Como cada año, también en esta edición hemos estado en la cárcel de Zuera, compartiendo la fe y la esperanza con las personas que allí están. Como sabéis, no se pueden sacar fotos de estos conciertos. Si se pudiera, las fotos no podrían explicar la alegría de esta tarde, siempre tan especial. Dios está también se encuentra entre rejas…
Gracias especiales a Unai, Miguel y Nacho. También a Raúl, Ángel y Tere, los capellanes. Y a los que nos han hecho unas preciosas manualidades para que los recordemos y sigamos unidos en la oración. ¡Gracias!