Una vez más, hemos estado hoy en la cárcel de Zuera. Como siempre, no podemos publicar fotos del interior, pues no se permite entrar con cámaras ni teléfonos inteligentes, pero no podemos evitar el dar gracias a Dios por el don de poder compartir un ratito con estos hermanos y hermanas. Gracias por los que cantan allí, el coro de la cárcel “Zufarienses por error” (una delicia ver juntos a hermanos tan diversos y tan unidos en la esperanza), por Migueli (que ha dado dos conciertos en dos pabellón diferentes en una hora), gracias a Daniel Yzuel, que ha acompañado a su padre para dar un brochazo de juventud y frescura al concierto, y también por el grupo “Ministerio Cantaré”, cuatro voces nicaragüenses que nos han movido a la alabanza.
Gracias a Javier Arruebo, capellán de este centro penitenciario, y al incombustible Raúl Revilla, ya jubilado (a ratos) que nos ha venido acogiendo desde hace muchos años y quería estar hoy con nosotros.
Que el Señor haga germinar las semillas de Esperanza que hemos compartido y con las que también nosotros salimos con un corazón esponjado y alegre.